[] Fractario-Re: enero 2009

jueves, 29 de enero de 2009

Me darás mil hijos (cenizas)



Miembros de la banda:
Mariano Fernández: voz | coros | guitarras criolla y acústica
Santiago Fernández: guitarra criolla | cavaquinho | charango
Gustavo Semmartín: guitarras criolla y eléctrica | cuatro | banjo
Leonora Arbiser: acordeón | piano
Carolina Flechner: batería
Federico Ghazarosian: contrabajo
Christine Brebes: violín
Germán Cohen: trombón | coros
Rodrigo Guerra: banjo | tuba | trombón | coros
Carlos Alvarado: trombón
Damián Rovner: trompeta

http://medarasmilhijos.com.ar

domingo, 25 de enero de 2009

Pequeña orquesta reincidentes (siete suelas)




Sí. Te quiero y te quiero
Sí. Te sigo y te insisto
Siete suelas ya gasté
por bailarte al oído

Siete. Tajos en la ropa
Siete. Espigas de trigo
Siete velas encendí
por mirarme en tus ojos

Enero, flor del Paraná
Febrero, flor de enredadera
Marzo, playas del otro lado
Abril, dormir, pegado, salado

Mayo, aburrirse en un umbral
Junio, borracho de promesas
Julio, soñar sin dios ni patrón
y que al fin me quieras.

jueves, 22 de enero de 2009

Reflejo oxidado

Luis Gondo entra al cuarto. No reconoce. Una intensa luz le molesta al abrir la puerta. Empieza a mover la manija del agua caliente, cree que una ducha será suficiente para calmar la ansiedad de pensarla, como si con el agua se fueran los recuerdos, como si corrieran a través del caño cada uno de los momentos que acechan su mente. Gondo se acerca a la regadera, observa el reflejo plateado y piensa en la condensación del instante, en si acaso el tiempo se puede detener en un reflejo; mira, intenta por un momento encontrar algo que ya no está ahí: Ella no habita más ese espacio, pero insiste en buscarla, encontrar su reflejo en el brillo opaco del óxido en las manijas. Decía que intenta buscarla.

Una mañana la encontró frente a la regadera. Pulía delicadamente el color plata de las llaves, los espacios que parecían no poder ser abarcados; Ella estaba ahí con una franela limpia y el líquido que la ayudaría a verse más hermosa en ese reflejo pequeño, diminuto. Ese instante se convirtió en absoluto al momento en que Luis Gondo contuvo la estampilla plateada en su memoria, reflejada, limpia, contenta en la más pura de las acciones.

El agua cae a chorros sobre la cabeza y moja cada partícula de su ropa. Luis ha olvidado desvestirse. Gondo observa las gotas multiplicándose; como su mente, recrea destellos de la vida que llevó. Cada átomo se multiplica en su cabeza, creando un transtorno (H2O+ H2O + H2O…) que ya parece inabarcable; espera limpiar la memoria como quien lava un espacio blanco, como el personal de intendencia que desmancha con cloro las marcas más sucias en un baño de estación de autobuses; sin embargo, se queda ahí, con un recuerdo oxidado en su memoria mojada.

martes, 20 de enero de 2009

Cansancio

Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio

A partir de una plática el día de ayer con el joven Dardón, he decidido postear esta mandala.

domingo, 4 de enero de 2009

Puzzle

Pieza blanca. Un reflejo de luz que fragmenta tu pierna.
Calles incompletas de la mente: extravío sensorial.
Una luz en la calle se mueve, ágil suspiro lunar mientras
caminamos estáticos, deteniendo el segundero en cada esquina:
reconstruimos con pedazos el tiempo.
Busco la ausencia en las noches en que armo mi camino con el rostro de la luna y tus esquinas inventadas.
Creo invariablemente en el fragmento y fragmento esto:
El detalle de la luz de tu pierna me persigue, en la mente
pues al final siempre falta algo, un fragmento del espacio, el vacío.

viernes, 2 de enero de 2009

Time Machine


Hay una repetición,

una constante a veces inabarcable, absoluta.

Hay una pintura delineada por las manos de alguien más;

otro es el que crea mi camino, otra la voz que me habla

y la mano, sujeción de instantes que me abarcan

¿Quién me escribe? ¿Persigue algo aquello que dice?

El tiempo remoto supera el estado actual.

Si la palabra y la tinta recrean un espejo

entonces estoy perdiéndome en el infinito,

en la repetición que odio,

en la repetición sin la que no existo;

nada detiene esta repetición, nada.

Todo en un tiempo arena:

reloj repetido del cerebro.