La invención de la empatía
Hace 4 años
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Música y Recortes
Hasta que llegó la hora donde esto pasó: todos los colores se elevaron y buscaban al sol. Pero una amplia capa entre ellos se tendió: cruelmente vacía y fría; en ella estaba la tierra, gris y amarga. Se escuchaban los cuervos en las copas de los abedules y en los senderos, que rápidamente se reavivan y de nuevo crecen. Todo estaba destruido en un margen, que inexorablemente cayó a un helado río muerto. Y entonces la noche empezó.
Por lo demás, Beyle advierte que hasta las escenas más cercanas a la realidad de los recuerdos de los que se dispone merecen poca confianza. p.9
...aconsejaba Beyle, no se deberían comprar grabados de hermosos panoramas ni panorámicas que se vean cuando se está de viaje, porque un grabado ocupa pronto todo el espacio de un recuerdo; incluso podría afirmarse que acaba con él. p.10