I
Lápiz y café sobre el escritorio.
II
Desaparecer, desaparecer, pensaba Doris mientras tomaba una taza de café.
III
La historia es sencilla: una serie de escritores había creado algo parecido a un manifiesto, en el que la propuesta era la desaparición, algo frecuentemente relacionado a la escritura mínima, la poesía hecha con lápiz. Robert Walser era uno de los primeros que había intentado
esconderse de la vida, solía hacer largos recorridos por las mañanas en el jardín del Sanatorio de Herisau, pisaba la nieve que de vez en vez le enfriaba los dedos de los pies, un sentimiento de frialdad se paseaba por su cuerpo todas las mañanas de Diciembre y pensaba "mi cuerpo estaría en total calma, si se quedara frío e inmóvil". Walser fue el que iniciaría la desaparición en el grupo de escritores, sus textos se volvían cada vez más y más helados, mínimos.
IV
Doris toma la más reciente publicación de sus poemas, serie infinita de pequeños micro-relatos volando por la alcoba. Doris sentada en el sillón, juega con diminutos fragmentos negros,mira su imagen en un largo espejo que tiene de frente, se intenta leer, se mira, se refleja en la acción instantánea de la gasolina y el fuego.
V
Una nota sobre el escritorio.
VI
Estoy dispuesta a pasar la frontera de la lectura, aquella realidad que se mira, que se imagina sólo en la memoria del lector...
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