Y vi también una niña bellísima con un globo azul y rojo
y un traje adornado con faralaes,
y verla me trajo lentamente
la dolorosa memoria de mi hija Nora.
Enrique Vila Matas
y un traje adornado con faralaes,
y verla me trajo lentamente
la dolorosa memoria de mi hija Nora.
Enrique Vila Matas
Y ahí estaba, sentada frente a la computadora, pálida inmóvil. Su recuerdo en las manos a punto de tirar todo por la borda, su tristeza en cada rincón de la alcoba.
La vi una sola vez, no pudimos conocernos, creo que nunca supo de mí en su vida, ese tipo de apariciones repentinas, creo o imagino solamente que, en el fondo tenía una tentativa suicida, un cierto agobio de identidad, y se fue sin decir nada, como muchas personas ya lo habían hecho, como yo lo hice algún día, sólo partí...
1 comentario:
ESTE TEXTO ME GUSTO MUCHO, PUES CREO QUE ALGUNOS HEMOS SENTIDO ESE SENTIMIENTO DE DOLOR, PERO SABEMOS QUE LA VIDA SIGUE Y QUE ELLOS NO SE IRÀN HASTA QUE LOS DEJEMOS EN EL OLVIDO.
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